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Es con honda preocupación que he recibido la noticia de que el entrañable diario La Voz de Asturias puede despedir trabajadores y su tirada ser restringida a la ciudad de Oviedo. Vivimos tiempos de crisis y es entonces cuando más se necesita la prensa, los medios libres de expresión, que puedan contarle al ciudadano, de primera mano y sin intereses políticos o económicos, lo que está sucediendo y su por qué. El constante bombardeo informativo y sin filtro propiciado por el Internet puede ser tan nocivo como la falta de información. Ahora más que nunca se necesitan profesionales que den la noticia y la expliquen con un intento de objetividad y en un contexto de comprobación de la veracidad de lo que se informa.
La Voz de Asturias es una necesidad primaria del asturiano. Si no existiera habría que fundarla. Me hice amigo de La Voz de Asturias en mis últimos años de colegio, cerca ya de la universidad. Me iba por las mañanas a tomar un café y leer La Voz de Asturias. Siempre he entendido las razones de la línea editorial, pero aunque fuera al contrario, escribiría también para defender su existencia. Asturias ha cambiado mucho desde que comencé a leer La Voz, y La Voz ha presenciado, contado y documentado esos cambios. La Voz de Asturias forma parte del patrimonio astur, un patrimonio pequeño, casi privado, que tenemos todos los asturianos y que deberíamos cuidar como una parte esencial de nuestra vida cotidiana. De nuestros recuerdos y de nuestro futuro.
Me sorprende la noticia de que se quiere recortar la plantilla. Si están buscando soluciones a una crisis, parecería que despedir una docena de trabajadores no pudiera solucionar nada en la economía o la gestión de ningún periódico. Parece un procedimiento sin alcance. Un aprovecharse de la crisis para reducir gastos sin mucha elaboración intelectual detrás. Un redondear el número de trabajadores que la empresa se ha propuesto despedir en toda España. Parece una medida ridícula. ¿En qué cabeza cabe que ésta sea una medida que solucionará situación económica alguna en La Voz de Asturias?
Y sin embargo, para cada uno de los despedidos es un desastre personal. Cualquier pérdida de empleo es alarmante, entre otras cosas porque en las circunstancias laborales actuales obtener otro trabajo fácilmente y a corto plazo no parece muy probable. Es precisamente en una época de crisis que deben reconsiderarse seriamente esas medidas drásticas. No sirve tampoco la racionalización del “es la crisis”. La crisis hay que atajarla por arriba. La crisis no se soluciona despidiendo trabajadores, sino con nuevas y más imaginativas medidas que hagan de La Voz un periódico con más tirada ¿Dónde están las nuevas propuestas para aumentar el número de lectores, para atraer más anuncios comerciales, para generar más demanda por el periódico? La crisis sólo se soluciona creciendo. Despidiendo trabajadores únicamente se aumenta la crisis.
Asturias no puede quedarse sin La Voz. Sería atroz. El espectro de opiniones de los asturianos no puede quedar limitado debido al recorte del número de periódicos que ahora existen, que son ya pocos. ¿Qué dicen los poderes públicos? ¿Dónde están los partidos políticos responsables de que exista una opinión pública diversa, amplia y fuerte? ¿Dónde están los ayuntamientos y dónde está el Gobierno autonómico? ¿Por qué no se unen a las reclamaciones del periódico?. Que me muestren los defensores del ciudadano si hay una causa más justa que respaldar a un periódico local, uno asturiano hasta la médula.
¿Dónde está la solidaridad de los demás medios de prensa? ¿No pensarán que si ahora apartan la vista y miran a otro lado no les llegará a ellos la hora? No pensarán que suplantar la camaradería por el corporativismo cómplice de las empresas va a resultar en una protección de sus puestos de trabajo. Si pasa en La Voz, pasará en los demás. La sangría de pérdidas de puestos de trabajo sólo aumentara con el silencio incomprensible de los rotativos ¿Cómo puede ser que las crisis laborales de otros sectores sean ampliamente difundidas en los medios y haya silencio para lo que pasa en La Voz?
Confiemos que triunfe la razón y el buen criterio y la editorial reconsidere el dar este mal paso que claramente no conduce a nada. Confiemos en que nadie perderá su empleo y que todos los asturianos, en Oriente y Occidente, puedan leer La Voz de Asturias. Confiemos en que todos aquellos que puedan influir desde sus palcos políticos o de prensa influyan. Confiemos que esto sea así, porque así es como debe ser.
Juan Fueyo, Neurólogo e investigador asturiano de la Clínica Anderson (Houston, USA)